La siguiente entrevista se realiza a Esther, parte del equipo de cocina del CAI, quien siempre pone un toque de humor y alegría a la hora de las comidas.
Pregunta 1– ¿Cómo elegiste trabajar en el CAI?
Más que elegirlo, a mí me llamó una cocinera que estaba aquí trabajando, para decirme que estaban buscando una pinche de cocina y yo estaba trabajando en el Hospital de Alicante, también como pinche de cocina, pero solo estaba cubriendo vacaciones y bajas. Entonces, nada, vine, me hicieron la entrevista, después me hicieron una prueba de un mes en el puesto y me quedé.
Pregunta 2– ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando se abrió este nuevo centro en 2002 y viniste el primer día a trabajar aquí?
Pues, bueno. Pensé que era necesario tener un Centro para la gente que no tiene recursos, que no tiene hogar. Era necesario que hubiese un Centro en Alicante. Y el primer día que viene… pues mira, te choca todo un poco, porque al venir del Hospital, pues ves personas que no están muy bien y que te impacta, porque no era el tipo de gente con el que yo trabajaba en el Hospital. Eran personas que habían estado viviendo mucho tiempo en la calle, gente que se notaba que tenían problemas de adicciones… y sobrecoge, al principio. Sobrecoge porque, hasta que no te habitúas…
Pregunta 3– ¿Ha habido muchos cambios en estos 20 años?
Sí, por supuesto. Muchísimos y todos para mejor. Por ejemplo, las acogidas creo recordar… (Bueno, ¿sabes qué pasa? Que desde el departamento de cocina hay muchas cosas del funcionamiento que nosotras no sabemos, porque no estamos en ese día a día, y muchas situaciones que no debemos saber). Pero creo recordar que la acogida, al principio era de 3 días, y luego pasó a ser de 6 días y al final 15 días. Ahí también se ha evolucionado. Los apartamentos que se abrieron en 2016, con las becas, eso también es importante y se ha evolucionado. Talleres que al principio no se hacían. Ha habido muchos cambios, y todos para mejor.
Pregunta 4- ¿Cómo valoras el trabajo que se ha realizado con las Personas sin hogar desde el CAI en estas dos décadas?
Positivo. Porque aquí trabajan grandes profesionales y, sobre todo, grandes personas, y con una gran vocación, con una gran vocación. Yo aquí me siento súper realizada, y trabajo en una cocina, pero es muy distinto trabajar en la cocina de un restaurante que, en la cocina de un hospital, o en cocinas de geriátricos… pero como en el CAI… lo que a mí me llena de este trabajo es que sé que estoy ayudando a gente. Y una sonrisa a la gente que está pasándolo mal, (que a veces pasamos al lado de alguien que está pidiendo y ni miramos) una simple sonrisa o un “buenos días”, o preguntarle si está buena la comida… con poquitos gestos se puede dar tanto… tanto.
Pregunta 5- ¿Piensas que habría nuevas cosas que incorporar al CAI?
Ayyy… pues aire acondicionado y calefacción para los usuarios, aunque sé que es complicado, porque los recursos son los que son.
Pregunta 6- ¿Cuál ha sido el momento más bonito que recuerdas de estos 20 años? ¿Y el menos bonito?
Bonitos tengo varios, pero si tuviese que destacar alguno. Al principio, recuerdo en unas jornadas, los usuarios hicieron una carta, recogieron firmas y me la entregaron en el comedor, delante de todo el mundo. Valoraban muy bien mi trabajo, pero sobre todo lo que más valoraban era mi persona. Fue muy bonito, súper emocionante. Hasta me emociono al recordarlo.
Y creo que el peor momento es cuando una persona consigue salir de aquí, salir del pozo, y cuando están fuera, por lo que sea, porque está solo, sin familia y no tiene apoyos, vuelve a quedarse en la calle. Yo creo que eso es lo peor, cuando ves que alguien vuelve a estar en la calle y está mal. A mí eso me entristece muchísimo.
También cuando veo que llegan familias con hijos pequeños, y pienso que igual los van a separar, porque aquí no pueden estar los menores, eso lo llevo muy mal.
Pregunta 7– ¿Cómo definirías el CAI con una sola palabra?
Hogar.