Un colchón tirado sobre el suelo evidencia que el parque situado frente a Casa Mediterráneo se ha convertido en unos de esos espacios públicos elegidos por personas sin techo para pasar la noche. Cerca, a la vista de todos, dos maletas de un mismo color naranja se dejan ver entre unos cuantos cartones apilados. A sólo unos metros, como escondido junto a unos matorrales y un panel informativo, se podía ver a un hombre, de mediana edad, que aprovechaba los últimos minutos de sueño de un día más en las calles de Alicante… En este caso, frente a un espacio de relaciones diplomáticas de alto nivel como es Casa Mediterráneo y en las proximidades de la estación de autobuses, a donde cada día llegan cientos de turistas a la ciudad. [Leer noticia completa]