Fuente: Boletín Fundación Salud y Comunidad
Estas líneas nacen del compromiso adquirido hace más de un año de escribir sobre lo que pudiera parecer obvio y lo que quizás no sea tanto. De hecho, mi compromiso era doble, acercarme a desayunar con el equipo de cocina una vez a la semana y redactar un artículo sobre su trabajo. De recuperar la buena costumbre del almuerzo hago propósito de enmienda para el nuevo año, sobre el compromiso de escribir aprovecho que en estas fiestas me lo han puesto en bandeja para dejarlo saldado.
La mejor definición de “obvio” que conozco es aquella que dice que “obvio no es lo que todo el mundo ve, sino aquello que teníamos justo al lado y no estábamos viendo”. Puestos a decir obviedades, comencemos con una: en el Centro de Acogida e Inserción para Personas Sin Hogar de Alicante, de titularidad municipal, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), tenemos cocina, equipo de cocina, una coordinadora de servicios generales y una auxiliar administrativa que también colabora y, por supuesto, comensales, que desayunan, comen, meriendan y cenan todos los días del año.
No son muchos, hay sin duda en la Fundación Salud y Comunidad centros residenciales mayores que el nuestro. Aquí atendemos a unos cincuenta comensales diarios, algunos con requerimientos de dietas pautadas por el área de enfermería, otros con horarios poco compatibles con los turnos establecidos, todos ellos diversos en sus gustos y apetencias. (Leer artículo completo)
Yo no lo hubiese podido describir mejor.
Olé por tu redacción exacta y detallada del generoso servicio de cocina además de merecido.
Profesionales hosteleros que además de cumplir con su misión empatiza con los residentes y usuarios del comedor brindándonos lo mejor de sus conocimientos culinarios aderezados con unas gotas de simpatía.
Felicidades!.