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Jesús sin hogar

Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. Mateo 25:44-46

El título al que aludo hace mención a una hermosa escultura cargada de significado. Me pareció muy apropiada darla a conocer en estos tiempos de Adviento. En el año 2013, el escultor canadiense Timothy Schmalz creó una serie de particulares esculturas que representan a un hombre sin hogar durmiendo encima de un banco por ciudades de todo el mundo. Una estatua de bronce, de tamaño natural, anónima, con su cara y manos escondidas debajo de una manta. Sin embargo, las heridas abiertas en sus pies revelan que la persona es en realidad, Jesús.

Es una escultura bien conocida por mis compañeros de REAPSHA, la Red de Entidades para la Atención a Personas Sin Hogar de Alicante. Como digo, se trata de una talla cargada de valor simbólico y para otros, simplemente, molesta. Por los hechos los conoceréis se narra en La Biblia. Pues bien, así es ese trayecto. Más de un año luchando muchas entidades sociales de esta ciudad para que la cerrazón llegue al punto de poner en marcha el período de alegaciones para que, sin consenso alguno, la Ordenanza Cívica alicantina quede definitivamente aprobada. Nada atiende a casualidades cuando se pone en marcha un periodo breve de alegaciones que coincide con las vacaciones navideñas. A ver si con suerte pilla a traspiés a la mayor parte de esas entidades sociales que son, por cierto, las que están llevando y manteniendo a duras penas las “políticas sociales” de esta ciudad. Porque como muchos sabemos, aquí la apuesta por el voluntariado es en sí una política social (privada), que es necesaria sí, pero también es la que ayuda a parchear esas situaciones tan difíciles que suceden en los barrios de la ciudad.

Mientras esto sucede, a la pregunta de si¿estamos reconociendo al Señor en los “más pequeños” y postergados de nuestros días?, los partidos conservadores hacen su propio Adviento aprobando esa medida, esa norma nunca consultada con los que trabajamos en primera línea esa dura realidad, que tiene la capacidad de multar y de criminalizar a los más pobres de los pobres. Es decir, unos trabajamos los barrios, damos de comer (y en sentido literal) al hambriento y de beber al sediento; otros se dedican a repartir este invierno estampitas icónicas a la altura de la mitad de la Explanada y de paso esconder con duras providencias, que partirán de la Concejalía de Seguridad, la pobreza por debajo de la alfombra.

Hasta que no se entienda por parte de la sociedad en general y de los poderes políticos en particular que el fenómeno del sinhogarismo y de la exclusión en general es un fenómeno que necesita ser tratado de manera interdisciplinar, nos ocurrirá como el espiral que tiras y tiras para soltar después y retornar nuevamente al punto de origen. Un tiempo perdido que irá a la basura, que hablará de inacción y también de despropósitos. Y es que, en el caso de las personas sin hogar, no están en la calle porque quieren. Es consecuencia de un proceso. Nuestro sistema de protección social es insuficiente para evitar la caída de personas que acumulan varias vivencias traumáticas encadenadas que les hacen perder su estabilidad emocional, sus habilidades sociales, sus recursos económicos, su red de apoyo y la capacidad de revertir su situación.

Ni el asistencialismo que antes mencioné en forma de voluntariado, es suficiente porque el 80% los recursos sociales de nuestras ciudades son asistenciales y eso significa que institucionalizan a la persona pero no consiguen su integración. Ni siquiera me atrevo a citar la prevención ya que no se detectan los procesos de exclusión antes de que la persona llegue a la calle. Esto sería para nota.

Pero el que tiene bienes de este mundo y ve que su hermano necesita ayuda, pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón? 1 Juan 3:17

Francisco Javier Amérigo Moreno

ReAcción Solidaria

Abrazado a la tristeza

Malos tiempos para vivir en la calle en Alicante tras la aprobación de la ordenanza para la convivencia ciudadana por parte del equipo de Gobierno municipal. En realidad, nunca lo fueron, pero ahora, a la dura realidad de las personas sin hogar se le una nueva amenaza sancionadora. ¿Para cuándo una ordenanza en clave positiva, y no simplemente punitiva? ¿Alguna de las personas que votó a favor de la ordenanza se detuvo a pensar en la realidad del día a día de las personas sin hogar? Sería interesante contar con la mirada de aquellas personas que más tiempo pasan en la calle. Y con las de las personas profesionales y voluntarias que forman parte de las entidades sociales que acompañan a las personas más vulnerables en nuestra ciudad, cuya situación se agrava con la presente ordenanza.

He salido a la calle abrazado a la tristeza
Vi lo que no mira nadie y me dio vergüenza y pena

Soledad que te pegas a mi alma
En la dulce soledad de este campo de otoño

No hay momentos de sosiego
Rebeldía pura de amores, sin amores (…)

Son versos de un poema de Manuel Chinato, hechos música y canción por Extrechinato y tú allá por el año 2001. Es un canto a la soledad, a las miserias, anhelos y angustia del ser humano. Cada vez que la escucho me vienen rostros, caras de personas con nombres y apellidos, y con ellas sus historias, muchas de ellas de vida rota.

La vida en la calle es dura. Muy dura. Es no disponer de nada. Y depender de todo (otros), para casi todo. Si tienes que orinar… ¿dónde lo haces? ¿Si tienes una necesidad mayor? Si tienes que dormir… la búsqueda diaria de un espacio “digno” (léase con sarcasmo). Con suerte, encuentras un lugar que “apañar” y hacer tuyo… hasta que alguien viene y te violenta, o hasta que alguien viene y te quita la manta, o el cartón, por necesidad o por pura mala baba. Vives en alerta constante, en inseguridad constante. Hay quien piensa, sí, aún hoy, que se está en la calle porque se quiere… o porque uno se lo ha ganado a pulso, con su conducta, con sus decisiones…

Ahora, además, en respuesta a una teórica motivación de fomentar la convivencia ciudadana, legitimamos la acción de invisibilidad de personas sin hogar, personas (travestis y mujeres, mayoritariamente) que ejerzan la prostitución en espacio público y personas que, sin ser sin hogar, ejerzan la mendicidad en un acto de humilde de tragarse el orgullo y “pedir limosna” para poder llevarse algo a la boca o aportar algún sustento en casa. Pues, sí, también esta ordenanza afectará a aquellas personas que, aun disponiendo de un hogar (casa, familia…) se encuentra en situación de desempleo, no tiene ingresos, y su situación le ha llevado a la indigencia, y se les ocurra pedir en la calle o cualquier espacio público.

Son múltiples las situaciones y el perfil de personas que se ven afectados por la actual ordenanza, y pocas las razones aportadas para justificarla.

La web del Ayuntamiento informaba días de la aprobación inicial de una ordenanza para preservar el espacio público como lugar de convivencia, en el que todas las personas puedan desarrollar en libertad sus actividades de encuentro, trabajo, ocio y recreo con pleno respeto a la dignidad y los derechos de los demás, y disfrutar de los bienes y el patrimonio que es de todos. Si es así, me gustaría disponer de un desglose de aquellas actividades que se consideran de encuentro, trabajo, ocio y recreo, y habría sido de agradecer compartir la reflexión con agentes empresariales, hoteleros y hosteleros, por supuesto, pero también con agentes sociales, asociaciones de vecinos, etc, y habríamos expuesto qué elementos echamos de menos entre el mobiliario urbano, y que es necesario añadir a los bienes y patrimonio público, empezando por baños públicos y fuentes o puntos de dispensación de agua potable.

De lo contrario, da la sensación de que es una mera exposición de actitudes, conductas, y actos incívicos, sin entrar en justificación de causa, y un despliegue de sanciones asociadas. ¿Con qué fin? La invisibilidad de aquello que consideramos feo, molesto, y que incomoda a nuestra conciencia, como es ver a alguien durmiendo en la calle, tumbado en un banco, pidiendo en la entrada de cualquier establecimiento público… queremos pasear, comer, tomar un café, refresco, o una cerveza en una terraza, entrar a un acto religioso, o entrar a un cajero, sin que la vista de una persona que huele mal, viste mal, y encima me pide ayuda, me incomode. Que los turistas de Alicante vengan visiten, gasten dinero, se emborrachen y disfruten del sol, la playa y la ciudad (habría que analizar las conductas de muchos turistas que a mí, personalmente, me parecen igualmente, o más, incívicas, que algunas de las descritas en la ordenanza).

Es mejor, más fácil, limpiar de un plumazo a estas personas, haciéndoles imposible la vida en la ciudad, que reflexionar, idear un plan, adoptar medidas, para mejorar la calidad de vida de todas las personas que habitamos esta ciudad.

Y vuelvo a citar a Manuel Chinato

(…)La justicia está arrestada por orden de la avaricia
El dinero que te salva es el mismo que asesina

Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero
Sin miedo a leyes ni a nostalgias
Y lo verás caer una y mil veces
Y levantarse de nuevo con la pura bandera de su raza
Soledad de amores triste y pura
Soledad de amores y locura

No me des más esperanzas, sé que todo son mentiras
Sacos llenos de agujeros para guardar alegrías

En las dos últimas semanas hemos celebrado fechas significativas que nos han permitido recordar y poner en el foco de la actualidad la realidad de las miles (se hablar de una cantidad aproximada de 30.000 en España) de personas sin hogar, como el Día europeo de los Sin Techo (23 de noviembre) y el Día internacional de las personas sin hogar (último fin de semana de noviembre de cada año), me gustaría poder ofrecer algo más que esperanzas vacuas o alegrías dentro de sacos llenos de agujeros… pero nos lo están poniendo difícil.

Sin embargo, y como no me gusta terminar en sombra, señalo la organización, el pasado 27 de noviembre, de la primera JORNADA DE SENSIBILIZACIÓN, en Alicante para dar a conocer la realidad y situación de las personas sin hogar en Alicante, y el trabajo que las entidades miembros de REAPSHA (red de entidades para la atención de personas sin hogar en Alicante), como un reflejo ilusionante del ánimo y firme deseo de entidades y personas (muchas en nuestra ciudad) en revertir esta situación.

Sergio Méndez Martín del Olmo

Hijas de la Caridad (Obra social Sta. Luisa de Marillac)

EL ÚLTIMO DE LA FILA

Está claro que hoy día tener una vivienda no es un derecho, es un lujo. Esto lo tenemos cada día más claro las entidades que trabajamos con población vulnerable o en exclusión social.

Cada día me siento más orgullosa de pertenecer a un tejido asociativo preocupado por los más débiles, los marginados, los últimos de la fila, … o los primeros de las “filas del hambre”.

Pertenezco a una asociación llamada Secretariado Diocesano de Migraciones Asti-Alicante, una asociación formada por un equipo sensible, cercano y muy profesional que trabaja día a día con los “últimos de la fila”.

Entre todos nuestros proyectos, tenemos uno muy especial dirigido a mujeres embarazadas o madres y sus familias que se encuentran en situación de calle o en situación muy vulnerable y que necesitan un “respiro” para reorganizar su vida, su familia y sus emociones.

Apoyamos en el momento del embarazo, parto y puerperio. Le acompañamos y asesoramos para que su inserción sociolaboral sea lo antes posible.

Nuestra vivienda es sólo para unos meses, pero somos conscientes que es muy poco tiempo ya que no sólo hay que ampliar redes y buscar un trabajo, …. ¡hay que encontrar una vivienda digna! donde poder criar a los hijos, y con los requisitos que pide el mercado inmobiliario (nómina de 1000€, contrato mínimo de un año, fianza, etc.) resulta Misión Imposible.

Es necesario dotar a esta ciudad de más viviendas sociales para que todas las personas puedan disfrutar de una vivienda digna y adecuada.

Vanessa de la Cueva Carabine

Trabajadora social

Asti-Alicante