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Tres ciegos y un elefante

Hay que tener pensamiento crítico.

Mirad, hace años cuando me preparaba para mí titulación de docente de la formación profesional para el empleo,  nuestra docente, preocupada por hacernos ver la importancia de gestionar bien el grupo de estudiantes (nuestro alumnado va de los dieciséis a los sesenta y cuatro años) que podríamos encontrarnos en los próximos cursos que impartiríamos, nos contó una fábula india que tiene mucho que ver con esto, Los Tres Ciegos y Un Elefante.


Os la cuento:
La historia comienza con la llegada de un viajero a lomos de su elefante a un pueblo de la India.
Al entrar en la ciudad se topa con un grupo de 3 ancianos ciegos que charlan junto al río.
Kiran (que así se llamaba el viajero) les pide permiso para acercarse y que su elefante beba agua después de tan largo viaje.
Los 3 hombres, sorprendidos, le dan la bienvenida y le cuentan que por el pueblo nunca antes había pasado un animal como ese.
No podían verlo a causa de su ceguera, pero tenían curiosidad por saber qué forma tenía, así que se dispusieron a tocarlo para visualizarlo en sus mentes.

– El primero lo tocó y dijo que tenía la piel muy dura y rugosa. Y que debía ser muy pesado porque no podía levantarlo del suelo.
-El segundo afirmó que tenía forma de serpiente y que el tacto era muy blandito e incluso húmedo.
-El tercero explicó que tenía forma de abanico, muy fino, suave y muy ligero.

No entendían nada.
Así que terminan discutiendo sobre quién tenía la razón sin conseguir llegar a un acuerdo.
Kiran, por su parte, ante el revuelo creado decidió irse del río y continuar su camino.

La moraleja de esta historia es que todo depende del punto de vista o el prisma con el que se mire.
Y que, para conocer la verdad completa, hay que tener «pensamiento crítico», abrir la mente, ir más allá y ver todas sus caras, escuchando y valorando los diferentes puntos de vista.

Y es que, queridos lectores,   todo en la vida está sujeto a diferentes lecturas y verás una cosa u otra según si eres el sabio que tocó la trompa, las orejas o las patas.
Y las redes sociales no se escapan de esto.
El mundo digital tiene oportunidades infinitas y muy positivas pero no todo en las redes se crea desde una ambición constructiva o desde la ética, el respeto y la responsabilidad intelectual. 


Y de esto habla el famoso documental de Netflix «The Social Dilemma»  https://youtu.be/IgiQ03qwr_s  que os recomiendo.


Hay que tener pensamiento crítico, amigos, es una de mis máximas.
Y a día de hoy lo uso como guía para hacer todo lo que hago. Adoptando el pensamiento crítico en todas y cada una de mis acciones y aún así cometo miles de errores. Pero sabéis qué? Sé que mañana, la vida me dará la oportunidad de enmendarlos y ser mejor persona.

Gracias por acompañarnos en ésta aventura con tu lectura y posterior crítica en el apartado COMENTARIO que verás un poquito más abajo para que tú puedas ejercer

El Pensamiento Crítico.

Texto: JLA /Alicante/20 
Ilustración: Valen20

STATU QUO

Para todos aquellos profesionales que día a día se enfrentan con la desconsideración de quienes por su propia ignorancia no alcanzan a entenderlos:


Un ingeniero que fue llamado por una multinacional para arreglar una computadora muy grande y extremadamente compleja, aceptó el encargo de solucionar los problemas que tenía para volverla a ser operativa.

Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el aparato.

Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo. Entonces encendió de nuevo la computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente.

El presidente de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.

– ¿Cuánto le debo? preguntó.

Son 1.000 euros, si me hace el favor.

– 1.000€? ¿1.000€? por unos minutos de trabajo?

¿Mil euros por apretar un simple tornillo?

¡Ya sé que mi ordenador es especial y carísimo, pero mil euros es una cantidad disparatada!

Le pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que la justifique.

El ingeniero asintió con la cabeza y se fue.

A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el acto, sin chistar.

La factura decía:

Servicios prestados:

  • Apretar un tornillo….1€
  • Saber qué tornillo apretar…. 999€

Reflexión:
«SE GANA POR LO QUE SE SE SABE HACER BIEN».

Y si no, haberte tomado la molestia de levantarte todas las mañanas a las 06.30 A.M. para asistir a clase e intentar aprender y saber, y así, después de estar seis horas soportando nuevas ideas y conocimientos que certifican sentirte capacitado  para realizar una actividad verte sumido en la puta realidad de tener que trabajar desde  las 17.00 hasta la o1h. de la madrugada para que cuando llegues a tu casa en vez de meterte en la cama, comerte como aperitivo previo a tus sueños un tostón de libro que te ofrece esos conocimientos que «la universidad de la vida» (como dicen muchos en sus perfiles sociales) no te da. Para de esta forma, después de cinco años, permitirte el lujo de aclararles a  esos «universitarios ocasionales»  porqué le cobras lo que le cobras.


Y es que queridos amigos, a veces nos encontramos en nuestro ámbito laboral con personas que se creen que al igual que los coches, venimos al mundo «full equip» creyendo que no necesitamos prepararnos para ser profesionales,  cuando la realidad es que a las ganas por intentar ser quien quieres ser hay que sumarle muchas horas de esfuerzos y un sinfín de «sin sabores»,  desconociendo si en un futuro «cobrarás» los réditos de tu esfuerzo.


Dedico lo anteriormente escrito a todos y cada uno de los trabajadores que han invertido años de estudios, dedicación y sacrificio para desarrollar con éxito sus competencias profesionales. 

Texto: JLA /Alicante/20 
Ilustración: Valen20

CHISMES?? QUÉ CHISMES??

Cuando te vengan con CHISMES, pon en práctica la prueba de LOS TRES FILTROS de  Sócrates:

En la antigua Grecia, Sócrates tenía una gran reputación de sabiduría. Un día vino alguien a encontrarse con el gran filósofo, y le dijo:
– ¿Sabes lo que acabo de oír sobre tu amigo?
– Un momento, –respondió Sócrates– antes de que me lo cuentes, me gustaría hacerte una prueba, la de los tres filtros.
– ¿Los tres filtros?
– Sí, -continuó Sócrates– antes de contar cualquier cosa sobre los otros, es bueno tomar el tiempo de filtrar lo que se quiere decir. Lo llamo el test de los tres filtros. El primer filtro es la verdad. ¿Has comprobado si lo que me vas a decir es verdad?
– No, sólo lo escuché.
– Muy bien. Así que no sabes si es verdad. Continuamos con el segundo filtro, el de la bondad. Lo que quieres decirme sobre mi amigo, ¿es algo bueno?


– Ah, no! Todo lo contrario.
– Entonces, -cuestionó Sócrates– quieres contarme cosas malas acerca de él y ni siquiera estás seguro de que sean verdaderas. Tal vez aún puedes pasar la prueba del tercer filtro, el de la utilidad.
¿Es útil que yo sepa lo que me vas a decir de este amigo?
– No, en serio.
– Entonces, -concluyó Sócrates– lo que ibas a contarme no es ni cierto, ni bueno, ni útil; ¿por qué querías decírmelo?.


Conclusión :
Deja de sentarte en la mesa en donde hablan mal de otros, por que cuando te levantas…
!Tú serás el tema!


Ahora profundicemos en el tema y las complicaciones sociales que comporta para los implicados:
La lengua no tiene huesos y, sin embargo, es lo bastante fuerte para hacer daño y envenenar a través de chismes y rumores. Un virus letal (y éste lleva toda la vida entre nosotros) pero del que tenemos vacuna, esa que solo se aplaca cuando llega a oídos de la persona honesta.
Y porqué digo honesta? Porque recurriendo al sentido común, sabemos que los honestos (especie humana en vías de extinción) tienen su corazón vacunado que ni atiende ni responde a lo que no tiene sentido.

Pués se puede entender que existan personas (hipócritas) interesadas en crear un chisme (creador intelectual) para que el chismoso (cooperador necesario) lo difunda y el ingenuo (la víctima) lo crea sin resistencia.

Y la mejor muestra la tenemos en Internet dónde se mal usa
y vemos lo rápido que llega a “contagiarse” en el mundo de las redes sociales. Y así de esta
forma, según Gordon Allport (psicólogo) en su libro publicado en 1947, éstas actuaciones sirven a diversos grupos sociales con intereses comunes para cohesionarse entre sí para de esta forma posicionarse ante alguien.

A que te suena? A que has tenido ha alguien en tu círculo de familia, amigos, compañeros, parejas o grupos sociales.
A que hay ejemplos en empresas, estados o políticos que recurren a la mala fé de esta conducta para dar de comer a sus seguidores y de paso reforzarse en sus convicciones (ver la última moción de censura de este pais).
Bueno, queridos lectores que soportan todas las semanas mis paridas mentales, termíno con una pregunta,
Y tú, en que lado de la «ecuación»
te posicionas?:
– Creador intelectual.
– Cooperador necesario.
– Víctima.
Yo, haciendo un ejercicio de honestidad, he estado en las tres hasta que descubrí la Vacuna.

Ahhh, mi colega de batallas, el que traduce mis palabras escritas a imágenes y yo estamos encantado de haber recibido vuestros comentarios anteriores.


Gracias Gente Maravillosa.


JLA/AL20