Varias asociaciones tratan de ayudar a quienes carecen incluso de un techo donde pasar el confinamiento
Hay una multitud de personas que no tienen techo, que sufren hambre, que no tienen donde esconderse de la intemperie que ahora son las calles de España. Y hay jóvenes que, desde distintas asociaciones, tratan de rescatarlos. Les buscan amparo y luz, a los desamparados, a las víctimas de violencia de género, a los niños pobres, a los solitarios enfermos. No tienen ni donde confinarse. Huyen con un hatillo buscando lecho por las calles vacías. Son invisibles.