


SOHAIB EL FADLI



SOHAIB EL FADLI
Está claro que hoy día tener una vivienda no es un derecho, es un lujo. Esto lo tenemos cada día más claro las entidades que trabajamos con población vulnerable o en exclusión social.
Cada día me siento más orgullosa de pertenecer a un tejido asociativo preocupado por los más débiles, los marginados, los últimos de la fila, … o los primeros de las “filas del hambre”.
Pertenezco a una asociación llamada Secretariado Diocesano de Migraciones Asti-Alicante, una asociación formada por un equipo sensible, cercano y muy profesional que trabaja día a día con los “últimos de la fila”.
Entre todos nuestros proyectos, tenemos uno muy especial dirigido a mujeres embarazadas o madres y sus familias que se encuentran en situación de calle o en situación muy vulnerable y que necesitan un “respiro” para reorganizar su vida, su familia y sus emociones.
Apoyamos en el momento del embarazo, parto y puerperio. Le acompañamos y asesoramos para que su inserción sociolaboral sea lo antes posible.
Nuestra vivienda es sólo para unos meses, pero somos conscientes que es muy poco tiempo ya que no sólo hay que ampliar redes y buscar un trabajo, …. ¡hay que encontrar una vivienda digna! donde poder criar a los hijos, y con los requisitos que pide el mercado inmobiliario (nómina de 1000€, contrato mínimo de un año, fianza, etc.) resulta Misión Imposible.
Es necesario dotar a esta ciudad de más viviendas sociales para que todas las personas puedan disfrutar de una vivienda digna y adecuada.
Vanessa de la Cueva Carabine
Trabajadora social
Asti-Alicante

En nuestra Asociación ACOMAR acuden diariamente un promedio de unas 160 a 170 personas necesitadas en busca de su bolsa de alimentación, con una sonrisa esperanzadora dibujada en sus rostros, aunque sus almas lloran desconsoladamente por sus situaciones particulares y familiares. Y es ahí donde pretendemos llegar entre todos los voluntarios y voluntarias de ACOMAR.
Es necesaria la comida, el techo, la ropa o la higiene, pero queremos llegar hasta las “heridas” más internas para poder alcanzar la raíz que ata a esa persona a la pobreza. Hay desempleo, enfermedad mental, falta de apoyo social, prostitución, adicciones, familias extremadamente vulnerables, personas migrantes… Un sinfín de situaciones que llevan a las personas necesitadas a tocar nuestra puerta diariamente. Llegar hasta la raíz de la pobreza no es fácil ni tampoco se llega rápido. Se necesita una dedicación diaria y constante, transmitiéndole a la persona sentimientos tan profundos pero a la vez tan bonitos como son la ternura, el cariño, la comprensión, la paciencia, el diálogo, la escucha… Todo se centra en una palabra, amar a la persona. De esta forma la persona se abre y habla con claridad sobre su situación personal, lo que nos permite comenzar un proceso hacia su recuperación. Debemos tener en cuenta que para rehacer a la persona debe ser desde dentro hacia fuera, ese es el proceso integral que realizamos.
En ACOMAR este testimonio está permanentemente en nuestras vidas, desde voluntarios hasta las personas que atendemos y acogemos. Todas ellas sacan fuerzas de lo más recóndito de su corazón para estar unidas en este proceso hacia una vida más digna para el pobre. Juntos y unidos podremos hacer de este mundo, un mundo mejor. Tan solo hay que empezar compartiendo tu amor hacia los demás.
Salvador Silva (Presidente y Fundador de ACOMAR)
Nuria Martínez (Psicóloga).
